¡Buenos días a todos! Hoy os vamos a hablar sobre uno de los postres más famosos en todo el mundo: el helado.
El helado es un postre congelado hecho a partir de leche o derivados y agua, mezclados con edulcorantes o azúcares y saborizantes. Se le pueden añadir complementos como frutas, trozos de chocolate o galletas, entre otros muchos alimentos.
A todos y todas nos encanta comer helado, sobretodo para refrescarnos los días de calor de verano, aunque lo sigamos teniendo presente durante el resto del año. Pero no se trata de un alimento totalmente beneficioso para nuestro organismo.
Fotografía: JESHOOTS.
Tienen un alto contenido en grasa saturada y colesterol. Estas grasas saturadas pueden tener procedencia animal o vegetal, sometidas a un proceso químico que transforman los aceites en grasa sólida. Esto lo hace peligroso para el aumento del colesterol, que si ya es alto de por sí, puede perjudicar una enfermedad cardíaca y aumentar los accidentes cardiovasculares.
También resulta perjudicial para los diabéticos debido al alto contenido en azúcares, edulcorantes y saborizantes.
Además, ese frío que nos salva los días calurosos de verano puede provocarnos pérdida de percepción de sabores, actuando como si de anestesia de tratara. Eso sin tener en cuenta que el frío en el paladar puede provocar dolor de cabeza.
Y por supuesto, debido a los altos niveles de grasas, es un producto que todo deportista debería evitar comer a menudo, pues tiraría por tierra todos los esfuerzos invertidos en hacer ejercicio.
Intentad comer helado ocasionalmente y no abuséis de él durante los meses de verano. No hay nada mejor que el agua para quitarnos la sed y refrescarnos.
¡Mantente sano y en forma!
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